He empezado a hacer el dibujo, y no sabía cómo iba a acabar, he ido improvisando sobre la marcha. Al final parece que la bella ha acabado apaciguando a la bestia. Estas cosas pasan cuando tienes un folio en blanco, un lápiz en la mano y te viene la inspiración divina por culpa de horas y horas de Juego de Tronos. A ver si se me va despertando esa imaginación aletargada...
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