Si hay un personaje público que se me ha atragantado de
tanto verla en fotos y en caricaturas, ésa es Angelina Jolie. Ella y Brad Pitt
son el estandarte de todo caricaturista. No hay puestecillo en la las playas de
la costa mediterránea que no cuente con estos dos retratos por excelencia:
Angelina Jolie y Brad Pitt, tanto monta, monta tanto.
No sé en qué momento de la historia esta chica se puso de
moda, recuerdo que al principio a mí incluso me gustaba (antes de protagonizar
las pelis de Tomb Raider), pero entonces ocurrió.
Todo el mundo se dedicaba a hacer retratos y caricaturas de
ella, y la red se inundó de su rostro de formas angulosas y labios hinchados.
Parecía que todo artista tenía que hacer de Proyecto Final
de Carrera la caricatura de Angelina Jolie para que le diesen el título. Y este
año, ingenuo de mí, yo también caí. Pensé: voy a hacer la caricatura de
Angelina Jolie. Debía de ir drogado o algo, porque nada más terminarla a lápiz,
ya me estaba arrepintiendo de haberla hecho. El dibujo cayó en el olvido, y
empezó a dar miles de vueltas de carpeta en carpeta. Todos los días que la
veía, pensaba: "va, voy a pasarla a tinta", pero sólo de ver su rostro tan
perfecto y de pensar los millones y millones de caricaturas que ya pululaban
por ahí, lo dejaba para otro día. Así, durante semanas y semanas.
Hasta que por fin me he decidido, la he pasado a tinta, y la
he coloreado. Sin entusiasmo, más como una obligación, para que el dibujo no
cayese en el más absoluto de los olvidos, y viese la luz.
Y aquí está: ya podéis disfrutar de la caricatura número 234.759.819
de Angelina Jolie. ¿A que nada más verla tenéis la sensación de haber vivido un
dejá vu? Normal.
Atención: esta parrafada es propiedad intelectual de José
Luis Platero, escupida en un momento de enajenación mental transitoria, prohibido
utilizarla como guión para un monólogo del club de la comedia sin permiso del
autor.
Por José Luis Platero.
